10 consejos para aprender idiomas de un políglota


Sabías que los candidatos con un alto nivel de inglés para su país, reciben sueldos entre 30 y 50% más elevados que otros candidatos con aptitudes similares pero sin conocimientos de inglés.

Cuando de aprender nuevas cosas se trata, lo mejor que podemos hacer es escuchar los consejos de un experto en el tema.

Si hablamos de aprender idiomas, Matthew Youlden es la respuesta, conocido como el «language chameleon» (camaleón lingüístico) Matthew habla nueve idiomas fluidamente y entiende casi una docena más, quien se define a sí mismo como un apasionado profesor de idiomas, estudiante, consejero y (socio)lingüista con más de 10 años de experiencia en la enseñanza y el estudio de las lenguas en general.

Sin títuloActualmente es editor de didáctica especializado en el aprendizaje de idiomas, y un estudiante de doctorado en Lingüística Aplicada en la Universidad de Leipzig.

Sus especialidades son: Aprendizaje de idiomas, adquisición, aprendizaje, estudios de traducción e interpretación, la formación del habla, el lenguaje y la planificación de políticas, la competencia intercultural y las relaciones, las minorías y lenguas minorizadas.

Ante el comentario de uno de sus compañeros de trabajo, acerca de su dificultad para comprender un solo idioma adicional, Matthew le compartió estos 10 consejos para aprender idiomas. ¡Toma nota!

1. Define claramente por qué lo estás haciendo

Puede parecer obvio, pero si no tienes un buen motivo para aprender otro idioma, es muy probable que a la larga, se te acabe la motivación. Sea cual sea tu motivación, cuando decides aprender un nuevo idioma, lo realmente importante es comprometerse al máximo.

2. Encuentra un compañero

Matthew aprendió varios idiomas junto con su hermano gemelo Michael, quienes aprendieron su primer idioma adicional, el griego, cuando tenían solo ocho años. Matthew y Michael, o también llamados los Super Polyglot Bros, adquirieron sus superpoderes políglotas, a base de la tan tradicional rivalidad entre hermanos:

«Estábamos motivados y todavía lo estamos. Nos empujamos el uno al otro a seguir adelante. Si mi hermano se da cuenta de que yo estoy haciendo más que él, se pone un poco celoso e intenta superarme (creo que eso es porque él es mi gemelo, yo soy el original) y lo mismo en el sentido opuesto.»

Incluso si no tienes un hermano o hermana que te acompañe en tu aventura para aprender idiomas, tener un compañero o compañera, te empujará a seguir intentándolo un poco más y a permanecer motivado.

«Creo que es un enfoque fantástico. Tienes a alguien con quien puedes hablar y, al final, esa es la idea básica detrás del proceso de aprender un idioma.»

3. Habla contigo mismo

Si no tienes a nadie con quién hablar en el idioma que estás aprendiendo, no hay nada malo en hablarte a ti mismo:

«Tal vez parecerá que estás loco, pero en realidad, hablar contigo mismo en un idioma es una buena manera de practicar si no tienes a nadie más con quién hacerlo.»

Esto puede ayudarte a mantener nuevo vocabulario o nuevas frases bastante frescas en tu mente, de manera que te sentirás más confiado cuando tengas que usarlas con otra persona.

4. Mantenlo relevante

Si tu objetivo desde el principio es mantener una conversación, es menos probable que te pierdas en libros de texto y manuales. Hablar con gente hará que el proceso de aprendizaje siga siendo relevante para ti:

«Estás aprendiendo un idioma para poder usarlo. No vas a hablar solo contigo mismo. La parte creativa del asunto está en ser capaz de poner el idioma que estás aprendiendo en una disposición diaria, más general y útil, ya sea escribiendo canciones, intentando hablar con gente o usándolo cuando vas al extranjero. Pero no hace falta que vayas al extranjero, puedes ir al restaurante griego que está al final de la calle e intentar pedir la comida en griego.»

5. Diviértete

Usa tu nuevo idioma de cualquier forma que sea creativa. Los Super Polyglot Bros practicaban el griego escribiendo y grabando canciones.

Piensa en alguna manera divertida de practicar tu nuevo idioma: haz un programa de radio con un amigo, dibuja un cómic, escribe un poema o trata de hablar en él con quien puedas. Si no eres capaz de encontrar una manera divertida de practicar tu nuevo idioma, hay muchas posibilidades de que no estés siguiendo el consejo número 4.

6. Actúa como un niño

Trata de aprender como lo hacen los niños. La idea de que los niños son inherentemente mejores estudiantes que los adultos está demostrando ser un mito. Una nueva investigación no puede encontrar una relación directa entre la edad y la capacidad de aprender . La clave para aprender lo más rápido que un niño puede ser tomar simplemente en ciertas actitudes infantiles, por ejemplo: la falta de conciencia de sí mismo , un deseo de jugar en el idioma y la voluntad de cometer errores.

Aprendemos a base de cometer errores. Cuando somos niños es normal que nos equivoquemos, pero cuando somos adultos, los errores se convierten eun tipo de tabú. Es más probable que un adulto diga «no sé» antes que «no he aprendido eso todavía» (no sé nadar, no sé conducir, no sé hablar inglés). Que te vean equivocándote o, incluso, teniendo dificultades es un tabú social que no afecta a los niños. Cuando aprendes un idioma, admitir y aceptar que no lo sabes todo es la llave para alcanzar crecimiento y libertad. ¡Olvídate de tus inhibiciones de adulto!

7. Deja tu zona de confort

No tener miedo a cometer errores significa estar preparado para ponerte a ti mismo en situaciones potencialmente vergonzosas. Esto puede dar un poco de miedo, pero es la única manera de desarrollarse y mejorar. No importa cuanto estudies, nunca hablarás un idioma si no te pones a ti mismo en esa situación: háblales a extranjeros en su idioma, pregunta direcciones, pide la comida, intenta hacer chistes. Cuantas más veces lo hagas, mayor será tu zona de confort y mayor será la facilidad con la que te enfrentarás a nuevas situaciones:

«Al principio te vas a encontrar dificultades: tal vez sea la pronunciación, o la gramática, tal vez sea la sintaxis, o que no entiendas los dichos. Pero creo que lo más importante es tratar de desarrollar ese “sentido del idioma”. Cada hablante nativo tiene un sentido de su idioma, y eso es, básicamente, lo que te convierte en un «hablante nativo» si puedes hacer de ese idioma el tuyo.»

8. Escucha

Tienes que aprender a escuchar antes de aprender a hablar. Cualquier idioma suena raro la primera vez que lo escuchas, pero cuanto más lo escuchas más familiar se vuelve y más fácil te será hablarlo:

«Somos capaces de pronunciarlo todo, solo que no estamos acostumbrados a hacerlo. Por ejemplo, el sonido de “r” fuerte no existe en la variante de inglés que yo hablo, pero cuando estaba aprendiendo español había palabras con esa “r” fuerte, como «perro» o «reunión». Para mí, la mejor manera de aprender a dominar ese sonido era oírlo constantemente, escuchándolo; luego, tratar de visualizar o imaginar cómo se supone que hay que pronunciarlo, ya que para cada sonido hay una parte específica de la boca o de la garganta que hay que usar.»

9. Mira a otros hablando

Idiomas distintos demandan cosas distintas de tu lengua, labios y garganta. La pronunciación es tanto física como mental:

«Una manera (aunque puede sonar un poco extraño) es observar cuidadosamente a otros mientras dicen palabras que usan ese sonido, y luego tratar de imitarlo tanto como sea posible. Créeme, puede ser difícil al principio, pero lo conseguirás. En realidad es algo fácil de hacer, solo necesitas practicar.»

Si no puedes observar e imitar a hablantes nativos en vivo, ver películas extranjeras o televisión en versión original puede ser un buen sustituto.

10. Sumérgete

Ya te has hecho la promesa, te has comprometido. ¿Y ahora qué? ¿Hay algún tipo de camino correcto para aprender? Matthew recomienda el «enfoque maximizado de 360°»: no importa qué herramientas uses para aprender el idioma, lo importante es que practiques todos y cada uno de los días.

«Yo tiendo a querer absorber tanto como sea posible desde el principio, de manera que, si estoy aprendiendo algo, lo llevo al extremo e intento usarlo a lo largo del día. Conforme la semana avanza, intento pensar en ese idioma, intento escribirlo e incluso me hablo a mí mismo en ese idioma. Para mí, en realidad, todo consiste en poner en práctica lo que sea que estés aprendiendo, ya sea escribiendo un e-mail, hablando contigo mismo, escuchando música o escuchando la radio. Rodearte y sumergirte en la cultura del idioma que estás aprendiendo es extremadamente importante.»

Recuerda que el mayor beneficio de hablar otro idioma es poder comunicarte con otros. Ser capaz de mantener una conversación sencilla es una recompensa increíble en sí misma. Alcanzar metas de este tipo pronto hará que te sea más fácil seguir motivado y practicando:

«Siempre tengo en la cabeza que, en realidad, se trata de adaptar la manera en la que tú piensas a la manera en la que se piensa en ese idioma. Obviamente no hay solo una manera en la que un hablante de español, de hebreo o de holandés piensa, pero el truco está en usar el idioma para construir tu propia realidad idiomática.»

Bono extra: ¡relájate!

Nadie se va a molestar por que le hables en su idioma aunque sea mal. Si empiezas cualquier interacción con un «Estoy aprendiendo el idioma y me gustaría practicar…» la mayoría de la gente será paciente, te apoyará y te animará a seguir. Incluso si hay aproximadamente mil millones de hablantes de inglés no nativos en el mundo, la mayoría de ellos preferirá hablar su propio idioma si tiene la posibilidad. Tomar la iniciativa de introducirse en el mundo idiomático de alguien facilitará el trato y los pondrá en una disposición más positiva:

«Está claro que puedes viajar al extranjero hablando solo tu idioma, pero le sacarás mucho más partido si puedes sentirte cómodo en el lugar que estés, siendo capaz de comunicarte, de entender y de relacionarte en cualquier situación que puedas imaginar.»

Entonces, ¿de qué se trata todo esto?

Hemos estado hablando sobre cómo empezar a aprender un idioma, pero, ¿todavía no determinamos el por qué aprenderlo? Matthew tiene una última observación que hacer:

«Yo creo que cada idioma representa una manera distinta de ver el mundo. Si puedes hablar un idioma, entonces tienes una manera diferente de analizar e interpretar el mundo a la de un hablante de otro idioma. Incluso si son dos idiomas bastante similares como el portugués y el español, que son hasta cierto punto inteligibles mutuamente, son al final dos mundos distintos, dos mentalidades distintas.

Por lo tanto, habiendo aprendido otros idiomas y habiendo estado rodeado de muchos idiomas distintos, no podría elegir solo uno. Eso significaría renunciar a la posibilidad de ser capaz de ver el mundo de una manera distinta. En realidad no solo de una manera, sino de muchas maneras distintas. Así que, para mí, el modo de vida monolingüe es el más triste, solitario y aburrido de ver el mundo. Hay tantas ventajas en aprender idiomas que no puedo pensar en ninguna razón para no hacerlo.»

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UTEL Editorial

• John-Erik Jordan (2015). 10 trucos para aprender cualquier idioma de un genio que habla 9. Recuperado el 13 de noviembre de 2015, de Babbel Magazine Sitio web: https://es.babbel.com/es/magazine/10-consejos-para-aprender-idiomas

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