Recomendaciones para optimizar la economía doméstica
Si te has decidido a organizar y a tomar las riendas de tu dinero ¡Felicitaciones! Te daremos algunas sugerencias para que en tres pasos, tu administración financiera tenga una estructura de valor, así como para que el proceso sea más fácil y los resultados tangibles.
Paso 1.
Llevar el control de aquello que desembolsas, esto lo puedes hacer si anotas todos tus gastos para que registres en un lugar seguro en qué cosas o servicios estas gastando y cuánto gastas al día, a la semana o al mes, también te sirve para analizar de qué cosas puedes prescindir, cuáles puedes sustituir y cuánto puedes ahorrar o invertir activamente para generar rendimientos a futuro.
Al respecto, existe un interesante libro repleto de enseñanzas de origen japonés que datan del siglo XVIII, más que un libro es un método o mejor dicho, una guía estupenda con consejos prácticos y adaptables a nuestros tiempos para gobernar con firmeza el mundo financiero. Este tesoro se llama Kakebo, el libro de cuentas para el ahorro doméstico del autor Raúl Sánchez Serrano. En su interior, encontrarás una serie de sorpresas y dinámicas que trascienden el modelo tradicional y tedioso de los manuales de control financiero.
Su contenido es ameno y fácil de comprender e incluye diversas técnicas utilizadas en Japón desde hace cientos de años. La creadora de este método fue una mujer afamada por su inteligencia, llamada Motoko Hani, ella fue escritora, periodista y fundadora de la revista femenina más antigua del Japón, además, erigió una prestigiosa escuela libre de enseñanza superior.
Recapitulemos, una vez que dominas los hábitos de consumo, ha llegado el momento de implementar tus tácticas para reducir los gastos más habituales y así, darle un buen uso al dinero que te sobra, allí será una misión para ti, evaluar si es bueno transferir ese monto a una cuenta de ahorros sin comisiones que te genere intereses a favor o si te conviene más realizar algún tipo de inversión.
Paso 2.
Mantener al día las cuentas para evitar desconciertos por cargos extra, es fundamental para que tu administración financiera funcione. Colocar recordatorios en la agenda que revisas a diario o en tu celular es una herramienta de apoyo que puedes aprovechar para no tener gastos adicionales producto de la distracción. Estar al corriente con todos los gastos cubiertos un par de días antes de la fecha límite de la hipoteca, letra automotriz, abonos etc. es lo más recomendable para no caer en números rojos.
Paso 3.
Debes vigilar los gastos que realizas a través de tu tarjeta de crédito si es que cuentas con una, ya que estas son elementos de acción bilateral. Si las sabes emplear, son perfectas para complementar la organización de tu administración financiera, de lo contrario pueden zambullirte a causa de los intereses en un mar de deudas del que será complicado salir. También debes confirmar que las TAE (tasa anual equivalente y tasa anual efectiva) de tu plástico te ofrezcan los mejores intereses para tu estilo de vida, la clave está en comparar entre diversas opciones y optar por aquella que se adapte más a ti.
Asegúrate de que no más del 35% de tus ingresos mensuales sean destinados a la solvencia de las deudas. Un consejo es que si por alguna razón te ves en la necesidad de solicitar un financiamiento, pidas que este tenga un tanto por ciento a la baja para que posteriormente si requieres más, tengas un margen que te proteja de sobrepasarte. En el caso de que poseas unos ingresos elevados, este porcentaje puede aumentar según tu criterio, desde luego y como en todo, sin caer en los excesos.
Finalmente, pagar en efectivo, con tarjeta de débito o con débito diferido son las mejores alternativas para prevenir una indeseable caída financiera. Domiciliar tus pagos para obtener las mejores promociones o realizar compras grandes a meses sin intereses también son opciones que debes considerar para optimizar mejor tu economía y disfrutar de las delicias de la vida. Recuerda que dirigir tus finanzas es un asunto muy serio y necesario, sin embargo y en definitiva es una cuestión sencilla de dirigir, siempre y cuando no descuides tu organización y seas constante.
