Protegiendo al que más lo necesita
Se conoce como derecho internacional humanitario al conjunto de normas alineadas de forma global a través de acuerdos conformados por convenios y tratados basados en los derechos más fundamentales que merece cualquier ser humano para ser feliz, vivir con tranquilidad y en equilibrio. De igual forma que los principios generales del derecho, estos también son obligatorios y regulados por la Organización de las Naciones Unidas.
El derecho internacional humanitario se encuentra contenido en los protocolos y disposiciones de los cuatro convenios de Ginebra creados en 1949, los cuales fueron diseñados para proteger la vulnerabilidad de los seres humanos.
La misión de los preceptos del derecho internacional humanitario es proteger a las víctimas de los conflictos, es decir, a aquellos ciudadanos no partícipes de las guerras, como son los civiles o el personal médico, religioso y periodístico que se encuentra habitando en zonas de riesgo, además de limitar los medios y métodos para hacer las guerras.
Es indispensable no confundir el derecho internacional humanitario con el derecho de los derechos humanos, ya que aunque ambos se complementan para beneficiar a la humanidad, el primero se aplica de forma exclusiva en los tiempos revueltos donde prima el conflicto y el segundo se puede validar en prácticamente cualquier situación de paz.
La Cruz Roja como guardián
El Comité Internacional de La Cruz Roja funge como el vigilante de las partes en conflicto, se solidariza y lleva ayuda para mitigar los efectos de las armas. Existen muchísimos voluntarios en todo el mundo que son destinados a los lugares de riesgo y pese a que sus propias vidas se pongan en peligro, estos héroes cumplen sus respectivas misiones con entusiasmo y entrega. La Cruz Roja también se encarga de llevar víveres y otros elementos como medicamentos o productos de limpieza e higiene personal.
La típica cruz roja o la media luna roja, dependiendo del lugar y de la circunstancia, son los dos emblemas que se utilizan para que las personas identifiquen con facilidad los puntos donde se ubican los embajadores de La Cruz Roja brindando sus servicios de ayuda y solidaridad. Estos valientes son dignos representantes del derecho internacional humanitario
Derecho obligatorio a la alimentación
A pesar de que el tema del derecho obligatorio a la alimentación se ha debatido en diversas reuniones y cumbres internacionales, tanto con la presencia de agencias especializadas de la ONU como con la colaboración de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales de todo el mundo; sigue gestándose la mejor estrategia para evitar que cada año fallezcan alrededor de 6 millones de niños a causa del hambre y que 840 millones de personas en todo el planeta tengan una baja calidad de vida, producto de la desnutrición. Hoy sabemos que una de cada siete personas en el mundo padece los estragos de la desnutrición y pese a manejar estas impresionantes cifras, los avances positivos anuales son mínimos, lo cual es inadmisible para el derecho internacional humanitario.
Los alimentos a pesar de ser vastos hoy en día, están muy mal distribuidos en todo el mundo, además, la falta de infraestructura o la agricultura ineficiente de algunos lugares a veces hace que se desperdicie el alimento antes de llegar a cualquier cocina, en otras ocasiones, son países pudientes como Estados Unidos, Canadá o Gran Bretaña los que despilfarran los alimentos después de haber sido adquiridos. Es una lástima que ante la situación actual, sucedan estas cosas por la falta de concientización entre la población con recursos.
El derecho a la alimentación promueve el acceso a alimentos sanos y nutritivos para garantizar la seguridad alimentaria y promete ser un elemento efectivo para atacar la desnutrición y sus consecuencias, sin embargo, aún hace falta que los tribunales de cada país otorguen los instrumentos jurídicos efectivos que se necesitan para ejecutar con justicia este derecho.
Todos debemos sensibilizarnos como humanidad y trabajar dentro de nuestras posibilidades para que se reduzca el problema del hambre, así como los conflictos armados y demás problemáticas que afectan en todas las escalas a los habitantes del mundo. El derecho internacional humanitario debe llevarse a las calles y promulgarse con acciones fraternales y solidarias que apoyen desinteresadamente el progreso de aquellos que más lo necesitan.
