Los talleres realizados por el programa Adelante con tu futuro, por parte de BBVA Bancomer en UTEL University, nos sugieren que elaboremos un diagnóstico de nuestra situación financiera con la intención de mejorar nuestras posibilidades de ahorro.
A continuación te enlistamos una serie de consejos e ideas sobre la administración financiera.
Es importante tener en mente que el ahorro no es una meta, sino un fin para lograr una meta. Esta puede ser un buen motivo para esforzarnos, pues es algo que nos motiva, a cada quien de diferente forma. Para ello es de suma importancia trazar una estrategia.
• Como un primer paso te sugerimos reflexionar sobre tus metas. Después de ello es necesario pensar sobre si has logrado metas que te propones anteriormente, y recordar cómo fue que las conseguiste. La experiencia que tengas y el ánimo que muestres son indicadores importantes.
• Para poder situar tus metas y trabajar en ellas, te recomendamos apuntarlas. Escribe algo que hayas logrado antes, como graduarte de la escuela, comprar un auto, viajes cumpleaños etc.
• Piensa en elementos como ¿Cuánto tiempo pensabas que necesitarías para cumplir este objetivo?
• ¿Qué elementos tenías a tu favor? ¿Tenías apoyo de alguien? ¿Tiempo disponible? ¿Mucho o poco?
• ¿Qué elementos estaban en tu contra? Tales como falta de tiempo, de apoyo o de dinero.
• Ya que todos tenemos diferentes formas de ver las cosas, tanto el dinero como el trabajo, reflexiona que acciones tomas actualmente para ahorrar. Si guardas una cantidad fija de dinero, si guardas el dinero que te sobra después de hacer todos tus gastos, o no guardas nada.
• Establecer una meta. Debemos de preguntarnos ¿Qué quiero? ¿Qué quiero primero? ¿Qué opción es la de mejor calidad? ¿Cuánto cuesta?
• Dar cuenta de nuestra situación personal. Ayuda el preguntarse ¿Cuánto gano? Y ¿Cuánto gasto? Después elabora una lista de tus gastos fijos y los variables, así podrás descubrir que gastos son esenciales y cuáles no.
• Haz una lista de tus gastos variables, para que puedas discernir cuáles de ellos no son enteramente necesarios. Algunos ejemplos de gastos variables son comidas fuera de casa, cafeterías y antojos, transportes y mantenimiento de estos, vestido y calzado, salud y medicinas, esparcimiento como cine y libros, y créditos variables.
• Con un “planificador de gastos” podrás ordenar cada gasto según su importancia para saber cuál disminuir y cuál no.
Estos puntos son una serie de ideas acciones que te pueden ayudar a planificar tus ahorros, y metas. No necesariamente tienen que ser seguidos al pie de la letra, pues para algunas personas no es necesaria una organización pues ya la tienen muy presente.
Ernesto Uranga
UTEL Editorial
