Dentro del contexto de la mercadotecnia, estar atento a los ciclos de vida de un producto es de suma importancia, como si se tratara de un ser vivo. Un producto tiene etapas de gestación (planeación), nacimiento (introducción en el mercado), adolescencia (crecimiento), madurez (consolidación) y finalmente vejez (decadencia).
Este es un recurso de la mercadotecnia para identificar en qué etapa se encuentran los productos, donde a diferencia del ciclo vital ordinario, los gestores de mercadeo pueden retrasar o eliminar la última estancia, es decir la decadencia, la menos esperada para una empresa, aunque en ocasiones es necesario para resurgir con un producto más innovador.
Los motivos por los que un producto es exitoso o provechoso en ventas varían con los años, las ventas, precio, distribución y promoción (variables del «marketing mix»), deben ceñirse a las circunstancias del mercado o bien, a la fase del ciclo en el que se encuentran con la finalidad de mantener al producto en un lugar ideal.
Ante este escenario los mercadólogos tienen múltiples opciones, destacando las siguientes: excluir el producto, interrumpir paulatinamente su producción o vivificarlo a través de acciones encaminadas a su posicionamiento en el mercado; para cada fase existen alternativas, por lo cual es necesario estar atento mediante sistemas estadísticos para ver el estado de nuestro producto.
El equipo de mercadotecnia de las corporaciones puede deliberar si un producto es rentable o no, si se pueden emprender planes para revitalizarlo o descontinuar su producción; en los inversionistas recae la decisión final ya que ellos aportan el capital, y este proceso obviamente depende en gran medida del nivel de ventas y de la percepción del consumidor.
Es importante tener en cuenta los hábitos de consumo de las nuevas generaciones, como se mencionó anteriormente, los tiempos cambiaron, de este modo se modifican constantemente las estrategias de publicidad, la difusión del producto, su diseño, etc. Vale la pena actualizarse en técnicas de mercadeo y estar a la vanguardia, ya que las pérdidas en las empresas son millonarias, adquieren preponderancia cuando deben hacer recortes de personal y se afecta la economía.
Adair Rodríguez
UTEL Editorial
