Teorías clásicas de la comunicación

Teorías clásicas de la comunicación

La comunicación de masas y lo que esta involucra ha sido objeto de estudio de diferentes teóricos, debido al impacto que tiene sobre los procesos sociales, esto desde su formación hasta su interacción y repercusiones. Esas teorías clásicas de la comunicación son muy diversas, algunas basan su atención en la comunicación masiva y otras de forma interpersonal (de un individuo a otro).

Las teorías clásicas de la comunicación

Algunas teorías de la comunicación han sido clasificadas de diferentes formas, una de ellas es la clásica, que abarca desde 1900 hasta 1960, dentro de esta corriente podemos encontrar la teoría de enfoque funcionalista, el cual propone una fuerte relación entre estímulo y respuesta entre un emisor y un receptor, y fue una de las primeras en analizar la comunicación como un fenómeno, sirviendo para muchos como base para el desarrollo de nuevas teorías.

Uno de los teólogos más reconocidos, Harold Lasswell, desarrolló distintos aportes a diversas teorías, siendo uno de sus trabajos más sobresalientes la “aguja hipodérmica” la cual básicamente propone que los medios masivos de comunicación tienen como fin unificar la consciencia de las masas, hacer un criterio único, lo que puede servir para un fin específico.

Otro personaje muy respetado fue el Doctor David Berlo, quien definió que la comunicación es un proceso sujeto a reglas; menciona que la comunicación tiene un alto valor y puede imponer influencia e incluso control. Este proceso de comunicación puede fallar fácilmente, debido a una gran variedad de factores externos llamados “ruidos”.

El modelo de Berlo se estructura de esta forma: Fuente – Mensaje – Canal – Receptor (entre estos puede aparecer “ruido” y alterar el mensaje).

Conforme la tecnología avanzaba, las teorías se modificaban. Claude E. Shannon y Warren Weber desarrollaron la “Teoría Matemática de la Información”, estos estudios pretendían enfocarse en la cantidad de información de un mensaje en función del medio y, pese a su enfoque más científico, ésta resultó ser una buena base para el desarrollo de nuevas hipótesis. Aquí básicamente se propone un sistema de fuente y destino, y en la mitad del proceso se contempla el factor de “ruido”.

La diferencia elemental entre las teorías clásicas de comunicación y las siguientes radica en que los clásicos siguen un proceso lineal de participación entre un emisor, el mensaje y un receptor.

Adrián Márquez Duarte
UTEL Editorial


Universidad Mexico