Saber «navegar en internet» es una habilidad que se debe desarrollar para aprovechar toda la información disponible en la web. Aprender a navegar puede marcar la diferencia entre un usuario común y alguien que sabe utilizar las herramientas de la tecnología, es decir, servirse de las plataformas educativas para generar conocimiento y formarse un sentido crítico.
Las nuevas estrategias de enseñanza, contemplan el uso del internet como una herramienta que potencializa y minimiza tiempos en el proceso de aprendizaje. Los contenidos en formato multimedia, visual y lingüístico aceleran la manera en cómo se percibe la información y se origina la interacción entre los usuarios. El uso de la web 2.0 favorece la retroalimentación de forma rápida y sustanciosa.
En la educación virtual, el papel del profesor, tutor y alumno está mediado por el ordenador, lo que ayuda al este último a establecer mejores canales de comunicación y a establecer el ordenamiento de sus ideas. Esta modalidad está programada para llevar una consecución sistemática, esto se traduce en que hay poca variabilidad y margen de error, a diferencia de un aula común donde los imponderables están a la orden del día y el avance programático, el cual puede verse truncado por terceros que no comparten las mismas expectativas educativas.
El estudio en línea es personalizado, se puede consultar un tema las veces que sea necesario para su correcta asimilación, sin perder de vista la secuencia y los tiempos a respetar. Otra ventaja, es el horario de consulta, cuestión que no es un factor que limite a los estudiantes, puesto que la flexibilidad de la red permite cualquier tipo de retroalimentación a distintas horas del día sin que existan inconvenientes.
La participación del profesor en línea está en la misma dirección que el alumno, es decir, este se ajusta a las demandas del estudiante para juntos progresar en la consecución de objetivos. La educación a distancia cambia la concepción de un estudiante común, de cierta forma el estudiante virtual se replantea cuál es su papel en el aprendizaje a partir de las capacidades que desarrolla, como lo son la iniciativa, autogestión, creatividad, investigación y capacidad analítica.
Es necesario revalorar el sentido que el internet tiene en la vida del hombre, ya que se puede obtener un provecho mayor si se analiza qué es lo que esta herramienta puede ofrecer y de qué forma se puede usar, sobre todo si se trata de la educación.
UTEL Editorial
