¿En algún momento ha escuchado a una persona quejarse sobre su lugar de trabajo?, ya sea por el ambiente laboral o porque los ingresos no son los que desean; para cambiar esto es necesario un replanteamiento de nuestra carrera profesional, de dónde partimos, y hacia dónde vamos.
Lo ideal es que este planteamiento se realice justo antes de elegir nuestra carrera, algunos se dejan llevar por el “amor al arte” y no contemplan los beneficios económicos que esto implica, unos más quieren grandes rebanadas del pastel económico, pero caen en empleos que los frustran. Lo ideal es encontrar un equilibrio entre ambas partes.
Antes de elegir una carrera, es recomendable investigar un poco sobre el campo de acción de esta, tanto en la ciudad donde residimos, como en otros estados.
Por ejemplo, un comunicólogo tiene un amplio margen de acción, ya que puede abarcar varios campos, pero para lograr ingresos altos y un trabajo estable, requiere de enfocarse en un campo y especializarse en él, ya sea periodismo, televisión, cine o fotografía, por mencionar algunos.
Pese a la especialización, también hay que tomar en cuenta la competencia laboral, por ejemplo, si uno navega un poco por la red de LinkedIn, puede darse cuenta que en el área de empleos para los comunicólogos, la mayoría rebasa las 100 solicitudes por puesto, es decir, la competencia laboral se ha incrementado con la aparición de las redes sociales; siendo que en la mayoría de los puestos buscan a “especialistas”, en lugar de personas que puedan hacer muchas cosas. Retomando el ejemplo del comunicólogo, hay mucho campo de acción, pero es necesario especializarse en uno, ya que a esta carrera en particular, suelen empalmarla con puestos para diseñadores gráficos y marketing.
Antes de elegir una carrera, además de contemplar el campo laboral, hay que tener opciones, es decir, por lo menos tres vocaciones que sean de tu agrado, y analizar los ingresos de cada una, los requisitos básicos para determinados puestos, y la competencia laboral, de esta forma, puedes tener un panorama más amplio sobre los esfuerzos y sacrificios que debas hacer al salir al campo laboral.
Todo esto debe complementarse con un plan de vida, es decir, al terminar la carrera, a dónde se quiere llegar en un plazo de 1 año; 5 años, 10 años y 15 años, ya que esto te dará una idea del ingreso mensual que puedas requerir, por ejemplo, para tener tu propia casa o tu propio automóvil.
Oskar Mijangos
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