Desde hace tiempo veníamos escuchando que el futuro de la educación iba a ser a través de la virtualidad, pero el futuro llegó de manera anticipada, obligando a adaptar las clases presenciales a una modalidad 100% online, todo debido a la pandemia.
En abril de 2019, América Economía publicó un artículo que se titulaba “Educación superior en línea: ¿qué tan atrasado está Chile?”, comparando cifras de países como Brasil, Australia y Estados Unidos quienes tenían un porcentaje de matrículas online de un 17,1%, 16,4% y 15% respectivamente, mientras que Chile lograba solo un 2,9% del total del sistema de educación superior.
Este análisis que hacía América Economía se debía a que ya se estaba generando una tendencia a nivel global con respecto a la alternativa de estudiar a distancia, era indiscutible que muchas personas estaban viendo como una posibilidad viable el acceder a un programa académico a través de su laptop, dándoles la opción de elegir en qué momento y desde dónde estudiar.
El 2019, Chile contaba con 6 instituciones de educación superior que impartían carreras en modalidad online y algunas de ellas en modalidad semipresencial, es decir, un porcentaje de las clases eran en virtuales y el resto era de forma presencial. Tres de estas instituciones eran universidades y los demás institutos profesionales, la diferencia está en que si bien ambas entidades ofrecen carreras profesionales y técnicas de nivel superior, la primera otorga grados académicos y la segunda no.
Seguramente esa cifra del 2,9% de matrículas no presenciales no alarmó a nadie, ya que la oferta académica presencial era amplia y se veía muy lejana la transición de la modalidad presencial a una virtual.
Sin embargo, nadie contaba con que, a menos de un año de la publicación de el artículo de América Economía, el escenario iba a cambiar tan drásticamente que, lo que parecía que iba a tomar años a través de un cambio paulatino se tuvo que realizar en pocos meses, esto debido a la emergencia sanitaria por la cual el mundo entero estaba atravesando y continúa enfrentando.
De acuerdo con cifras otorgadas por la UNESCO, el cierre de escuelas y de universidades por causa del COVID-19 afectó a más de un 89% de los estudiantes del mundo, lo que se traduce a 1,54 billones de niños, niñas y jóvenes (UNESCO, 2020).
Ha sido un desafío muy grande, ya que como muchos expertos lo han analizado, Chile no estaba preparado para brindar una educación virtual, esa es la conclusión a la que varios académicos de diferentes universidades y expertos en el tema han llegado (El Mostrador, 2020).
Se pudo observar que no todos los estudiantes cuentan con buena conexión a internet, sobre todo aquellos que viven en zonas rurales, pero a eso se le debe sumar la falta de capacitación por parte de los docentes en el uso de recursos virtuales, por lo que estos no han podido crear espacios que generen experiencias de aprendizaje de manera efectiva.
Sin duda, la pandemia nos tomó a todos por sorpresa, y vino a acelerar procesos que de alguna u otra manera eran inevitables, todo apuntaba hacia la transformación de lo virtual, pero nuestro lado límbico del cerebro, a ese que no le gusta el cambio, nos estaba retrasando en dar ese paso. El futuro llegó y se debe estar a la altura de lo que los estudiantes requieren para poder formarse como profesionales.
María José Ramírez D.
Equipo de Branding & PR UTEL Internacional
Referencias
América Economía. (16 de abril de 2019). Obtenido de https://mba.americaeconomia.com/articulos/reportajes/educacion-superior-en-linea-que-tan-atrasado-esta-chile
El Mostrador. (30 de marzo de 2020). Obtenido de https://www.elmostrador.cl/cultura/2020/03/30/educacion-a-distancia-para-millones-en-plena-crisis-sanitaria-expertos-advierten-que-no-estamos-preparados/
UNESCO. (31 de marzo de 2020). Obtenido de https://en.unesco.org/news/covid-19-school-closures-around-world-will-hit-girls-hardest
