La Comunidad UTEL se une para frenar la discriminación


En UTEL, tutores, profesores y asesores se unen para frenar la discriminación. Actualmente contamos con una plantilla de docentes altamente calificados, muchos de ellos con grados académicos tales como maestrías y doctorados, además, tenemos un equipo de tutores muy competente, cuyos miembros también alcanzan en muchos casos los grados de maestría en disciplinas como la psicología, pedagogía y psicopedagogía, sólo por mencionar algunas de sus especialidades. También tenemos la fortuna de disponer del apoyo de un conjunto de asesores y colaboradores con la mejor actitud para ayudar y contribuir siempre que sea necesario, con el objetivo de que tú obtengas todas las herramientas que necesitas para cumplir tus metas.

Así, los más de 600 colaboradores que trabajamos desde distintos puestos día con día para hacer que las cosas sucedan en UTEL, hoy nos unimos como la gran familia que somos para condenar el racismo, comprometiéndonos a promover en todo momento valores como la equidad y la justicia, al margen del respeto y del cumplimiento de los derechos humanos.

La realidad de la discriminación en México

El racismo es un acto despiadado que se basa en un sistema que establece categorías para segmentar a la sociedad en grupos y dividirla en base a la raza a la que supuestamente pertenecen (esto se hace extensivo a la religión, preparación intelectual, nacionalidad, condición económica, etc.) a pesar de que el artículo 4 de la Constitución Mexicana establece igualdad de condiciones para todos los ciudadanos de México sin marcar ninguna distinción por el género, edad, sexo o raza. En nuestro país todos los días se llevan a cabo diversos actos de racismo.

El racismo va de la mano de la discriminación, y en nuestro país, la discriminación prevalece a través del imaginario colectivo que idealiza el aspecto impuesto por los esquemas de belleza griegos importados de Europa y criminaliza a ciertos grupos por su origen étnico, así como a los fenotipos latinoamericanos.

La discriminación y el racismo en nuestro país son negados, como muchas otras injusticias, todos debemos trabajar para impedir su proliferación y erradicarlos. Por ningún motivo deben ser justificados ni se les debe observar como algo natural, porque no lo es.

Diversifiquemos y valoremos la otredad

Es preciso tomar consciencia y trabajar desde lo individual hasta lo colectivo para combatir cualquier acto racista o discriminatorio. Se pueden emprender campañas que fomenten la tolerancia y la convivencia intercultural en las calles, centros culturales y recintos del saber. Además de fomentar la inclusión y promover los valores heredados del humanismo, es indispensable valorar las cualidades y los conocimientos de la otredad para aprender de ella y avanzar como sociedad en un ambiente de armonía, justicia y equilibrio.

UTEL Editorial


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