Buenas prácticas en la vida digital

Buenas prácticas en la vida digital

Actualmente compartimos gran parte de nuestra vida a través de instrumentos digitales, por lo tanto, es importante plantearse algunas preguntas y verificar si somos unos usuarios responsables con nuestros hábitos en la vida digital.

Gran sorpresa me causó que cuando terminaba de ver el último docu-film de Netflix acerca de las redes sociales, recibí el llamado telefónico de UTEL para invitarme a realizar una publicación en su Blog. Cuando me extendieron esta tan importante propuesta me brindaron la libertad de elección de un tema relacionado con tecnologías, sin dudas mi elección fue “las buenas prácticas”, algo importante que hay que conversar, y por sobre todo, llevarlo a cabo en lo personal, laboral y diariamente.

“Hábitos viciados” me dijo mi quiropráctico en mi última visita a su consulta, la mala postura en sentarme para descansar, leer, trabajar y también para estudiar; sin duda se asocia a las pocas buenas prácticas o más bien dicho a las malas prácticas o hábitos viciados con que nos estamos involucrando con esta nueva era de la información y del mundo digital.

Mientras se desarrollaba la trama de contenidos del documental de Netflix, parte de lo visto, según ellos, es como hoy para estudiar el comportamiento humano, sus gustos, hábitos, costumbres y quizás algunas otras cosas, las compañías informáticas que están bajo el capó de las redes sociales trabajan diariamente en desarrollar, mejorar y hacer más eficientes sus plataformas y así, con estas, facilitarnos la vida. En este sentido, la sintonía fina ha llegado a un nivel tan importante en las redes sociales que hoy tienen las capacidades de mantenernos conectados, para estar pendientes de todo y de todos, mientras que la vida se nos pasa a un toque o touch en nuestros dispositivos, pero como usuarios finales sin darnos cuenta, dejamos pasar acciones en beneficio nuestro, sobre todo si se trata de la confidencialidad de nuestros datos personales, del trabajo y en esencia de nuestra seguridad.

La pandemia sanitaria mundial nos revela día a día nuestra propia realidad y la de nuestro entorno en todo sentido, no solamente la virtual, que por cierto llegó para quedarse. Hoy todos hacemos vida digital y se hizo más evidente con esta pandemia, nos damos cuenta de que hasta nuestros abuelos y todos aquellos que solo alcanzaron a tener en lo cotidiano de sus vidas las perillas de aquellos años dorados de radio receptores, hoy forman parte de esta nueva realidad. Nadie está exento, pero por una cuestión de no comprender su operatividad y aquellos usuarios más jóvenes por una cuestión de comodidad, de falta de preocupación, de atención, de priorización, dejamos pasar aspectos básicos que nos hacen vulnerables en esta nueva vida digital y que son las malas prácticas, descuidando el uso de los medios (dispositivos electrónicos) para hacer vida digital y proteger nuestra privacidad, de la cual ya somos un 100% “dependientes”.

Por ejemplo, ¿te has preocupado de decirle a tu abuelo que no le de su teléfono a un tercero que no sea de su núcleo íntimo familiar para digitar un número? ¿Te detuviste a revisar si el dispositivo portátil para pagar tu traslado a un servicio de taxis sea legal y no clonado al cual le entregarás los datos de tu tarjeta de pagos, tu clave de acceso? Y si vamos a algo más básico, ¿usas tu laptop con el usuario nativo de administrador y sin clave de acceso y te conectas a Internet para pagar tus compromisos financieros?

Son muchos los ejemplos que si hacemos memoria recursiva (ir hacia atrás y traerlo de vuelta), te darás cuenta que las malas prácticas también forman parte de esta nueva era, de esta vida digital y, que por cierto, debemos erradicar cuanto antes en la mala manipulación de dispositivos conectados a internet, mantener activa tu ubicuidad física haciéndola pública con tu dispositivo móvil, no tener un control de autentificación con claves de acceso adecuadas, no respaldar tu información personal, de tu trabajo, es decir, ¿te resguardaste de tener una copia de la inversión de tiempo que usaste en tu proyecto? ¿En ese paseo para tomar fotos para el recuerdo? Recuerda que es tiempo que ya no volverá más.

Es cierto que de alguna manera las tecnologías infocomunicacionales nos han facilitado la vida hasta el punto en que estaríamos atrapados sin ellas, pero tener buenas prácticas es el mensaje implícito que se menciona a voz alzada y debemos preocuparnos de verdad. Pero, esa voz recién resuena en tu conciencia cuando se borró tu trabajo, tus fotos, te desfalcaron la cuenta bancaria y muchos otros perjuicios por no tener buenas prácticas en la vida digital de hoy, es decir contigo mismo.

La otra cara es que cuanto más confiamos en nuestro “hábitos”, le endosamos esa responsabilidad a las compañías fabricantes o a la red social o un tercero, nuestros dispositivos que cada vez manejan más datos personales y que también pasan a través de ellos y potencialmente por nuestras malas prácticas está por decir menos, toda nuestra información y privacidad fuera de nuestro control.

Te recomiendo que consultes las guías relevantes para sus dispositivos para obtener consejos específicos, incluidas capturas de pantalla, aunque, independientemente del dispositivo, aquí hay algunos pasos que todos podríamos seguir:

  • Establecer una contraseña/clave o un código de acceso, pero no seas obvio en generarlo, evita direcciones, fechas de nacimientos y sobre todo no lo compartas.
  • Si eres ya un usuario digital trata de cifrar tu computadora y teléfono, existen programas de aplicaciones para esto, así como los respaldos en la nube lo puedes hacer en plataformas Cloud que disponen de este recurso a un muy bajo costo.
  • Como se mencionó anteriormente, no uses una cuenta de administrador para uso diario en tu laptop o notebook y revisa qué aplicaciones pueden acceder a tus datos personales.
  • Recuerda que una aplicación ya sea desde un teléfono móvil o tu computador pueden contar con una extensión de navegador que protege tu privacidad mientras navegas por la web, ten presente esta recomendación cuando vayas a comprar por internet o pagues tus cuentas.

Estos pasos son simples y rápidos, contribuyen en gran medida a mantener segura tu información y privacidad personal, pero lo más importante en esta pandemia, tanto en practicar las normativas sanitarias para evitar un contagio viral, también es importante que limpies tus hábitos viciados y deseches toda posibilidad que te haga olvidarte de las buenas prácticas en esta nueva era, tu vida digital.

Renato Salvatore Moya Lizama
Consultor en Tecnologías de la Información para la Educación
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